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El precio del Sahara: Dos soldados con una misión: ponerle precio.

El reportaje original, en papel, del que procede este articulo, se puede visualizar en este enlace: http://www.milisahara.cat/llibres/reportatge/sortidasahara/index.html.

Víctor Farré y Enric Oliva firmaban el 30 de septiembre de 1975 un estudio voluminoso y detallado sobre el coste que había tenido para España la intervención descolonizadora en el Sáhara. 14.591.202.498 pesetas. ¿Por qué la quería, Madrid, esta cuantificación? Quizá por cobrar a los saharauis en caso de que fueran independientes, quizás para vender la colonia a Marruecos. EL TEMPS analiza los originales de este informe.

España quería mercadear con el Sáhara, sacar un rendimiento económico de la descolonización de ese territorio. Al mismo tiempo que los gobernadores españoles en la colonia hacían los últimos retoques a un proceso de preparación para la independencia del pueblo saharaui-que hacía quince años que duraba-, en 1975 dos jóvenes soldados catalanes del último contingente de tropas destinadas en el Sáhara recibían un encargo: valorar las inversiones y las propiedades del estado español a la colonia desde principios de los 60. En resumen, tenían que poner precio al Sáhara. Víctor Farré y Enric Oliva, de 23 y 25 años respectivamente, y recién licenciados en ciencias económicas, pasaban de lavar platos, pelar patatas y hacer tareas de soldado raso a dirigir una comisión de estudios especiales. Cómodamente instalados en una residencia de funcionarios, dejaron el uniforme de militar y disponer de un pase que les permitía obtener toda la información que les fuera necesario sobre el territorio y campar a ellos sin restricciones.

«Recuerdo que lo primero que nos dijeron es que cumpliriamos unas funciones que no podíamos contar a nadie, y que en ningún caso dijéramos que éramos militares. Nuestro encargo era valorar económicamente una hipotética descolonización en términos de traspaso de poderes a un gobierno autónomo sahariano. Se trataba de saber cuánto valía aquel territorio, y después ya se decidiría si se regalaba, se pagaba a plazos o se canjearán por algo. Sea como fuere, era un estudio que había que hacer para sentarse en una mesa de negociación, bien con el Sáhara, bien con Marruecos. Este informe sería la única valoración que tendría el gobierno español sobre la colonia. El reto era brutal «, explica Victor Farré.

Los encargaron el estudio en abril de 1975 y tuvieron listo el 30 de septiembre de ese mismo año. La cifra total: 14.591.202.498 pesetas, que hoy, 35 años después, tendrían un valor de 14,2 billones de pesetas, es decir, 85.370 millones de euros (teniendo en cuenta la tasa de actualización al 973,5% , según el Instituto Nacional de Estadística). Durante este período, el estado se jactaba ante la comunidad internacional de trabajar para convertir la colonia española en un estado independiente. Y los cargos militares del Gobierno General del Sahara creían de corazón en el proyecto, pero desde Madrid, el Ministerio de la Presidencia, encabezado por Antonio Carro, tenía otro guión sobre la mesa. Venderla oficialmente, ceder la administración de la colonia española en Marruecos.

El día de la venta. Dicho y tal hecho. El 14 de noviembre de 1975, seis días antes de la muerte de Franco, se firmaban los acuerdos de Madrid. Sobre el papel, se trataba de una declaración de principios entre el estado español, Marruecos y Mauritania respecto al Sáhara Occidental. España transfería la administración de la colonia, pero no la soberanía, a Marruecos ya Mauritania. De estos acuerdos sólo se hizo pública una imprecisa declaración: «España se propone poner fin definitivamente a su presencia en el Sáhara, a más tardar, el 28 de febrero de 1976. En el intervalo, se propone transferir sus poderes y responsabilidades a una administración temporal que se constituirá para la adscripción de los gobernadores adjuntos-marroquí y mauritano-actual gobernador general. Colaborará la Yemaa, que expresará la opinión de la población. «

La ley de descolonización del Sáhara fue aprobada por las Cortes españolas el 16 de noviembre y, a finales de enero de 1976, los últimos militares españoles abandonaban la colonia. Tres años más tarde, en agosto de 1979, Mauritania se iba de la parte sur y dejaba todo el territorio en poder de Marruecos.

Los anexos del pacto. Tal y como consta en el acta de las conversaciones entre las delegaciones del Reino de Marruecos, la República Islámica de Mauritania y España a propósito de los aspectos económicos derivados de la transferencia de la administración del Sáhara, la única cuantificación que podría considerarse indemnización hacía referencia a la pesca. Acordaba que, durante veinte años, 800 barcos españoles podrían faenar en aguas del Sáhara pagando un canon modesto a partir del quinto año y, además, España podría mantener el control del 60% del negocio de los fosfatos, que entre Marruecos y el Sáhara sumaban casi el 100% de la producción mundial. En segundo lugar, se crearía una comisión mixta para inventariar la lista de bienes públicos españoles que serían transferidos como parte integrante del territorio, y la de aquellos bienes que pudieran ser objeto de transferencia mediante el pago de una indemnización. Estos acuerdos, sin embargo, nunca fueron respetados por Marruecos, y el estado español nunca hizo un casus belli.

Nunca se hacía referencia a un precio de venta, pero los acuerdos de Madrid constan unos anexos secretos donde, quizás, aparecía el informe de los dos soldados catalanes. Si Marruecos pagó o no las 14.591.202.498 pesetas posiblemente no se sabrá nunca a ciencia cierta-el gobernador general del Sahara, Gómez de Salazar, y el secretario general, Rodríguez de Viguri, ambos muy disgustados con la entrega de la colonia a los marroquíes , son muertos-, pero tanto Víctor Farré como Enric Oliva, que lo rememora la entrevista que publicamos en las páginas 28 y 29 y que ya lo adelantó al semanario del Empordà Hora Nova, Recibieron la medalla del Mérito en África para su estudio económico.

Y, aún más, la tarde que se firmaron los acuerdos de Madrid, ambos soldados fueron llamados al despacho de los máximos mandatarios del gobierno general del Sáhara. Allí, Gómez de Salazar y Rodríguez de Viguri les informaban que el proceso de independencia había fracasado, pero que, al menos, les quedara el consuelo que el traspaso se había hecho exactamente por el precio que los jóvenes catalanes habían calculado.

El documento, de un centenar de páginas, desgrana minuciosamente todo tipo de propiedades, desde edificios hasta material fungible de oficinas, pasando por inversiones en agricultura, carreteras hechas o material de señalización marítima. Algunas dificultades de acceso a la información, sobre todo en cuanto a edificios y las extensiones de terreno, hicieron que los economistas noveles advirtieran de un margen de error en el cálculo aproximado del 3%.

En el texto introductorio los autores remarcan que en todo momento han utilizado «informes directos de todos los servicios de este gobierno, especialmente los de Arquitectura, Registro de la Propiedad, sección de Patrimonio y Hacienda y el Instituto Nacional de la Vivienda», además de «informaciones recogidas in situ por esta Comisión Especial «. A modo de ejemplo, el valor de los inmuebles propiedad del gobierno español a la colonia a los treinta núcleos de población existentes ascendía a 3,360,243,768 pesetas.

En el capítulo de obras públicas se inventarían las obras a precio de coste y se actualizan los valores aplicando un coeficiente combinado de depreciación y revalorización. Según los cálculos, la cifra invertida alcanza 8462623073 pesetas, es decir, más del 50% del total contabilizado estudio. En este ámbito, el trabajo fue un poco más sencilla, porque disponían de una estadística completa del kilometraje construido y el precio por kilómetro actualizado. Como el coste en la construcción de carreteras era muy alto, Farré y Oliva consideraron oportuno hacer una aclaración que, de paso, ponía de manifiesto la voluntad descolonizadora del gobierno del Sahara: «Este valor es tan elevado porque en la construcción de pistas se utiliza preferentemente mano de obra, en detrimento de métodos de construcción más eficaces y no tan costosos. Este hecho obedece a la política de lucha contra el desempleo, que ha sido una de las preocupaciones constantes del Gobierno en este territorio. «En este apartado se llegaron a contabilizar hasta las cloacas-en 1965 se habían invertido tres millones de pesetas en el sistema de alcantarillado-, las tuberías de agua y el alumbrado.

En arquitectura, el informe cuantifica el valor de hospitales, dispensarios, políticas sanitarias contra el cólera, polideportivos, piscinas, casinos, viviendas y también mezquitas, iglesias, mercados y mataderos, entre más. El valor de los edificios religiosos, mataderos, cementerios y mercados, por ejemplo, ascendía a 57 millones de pesetas, mientras que el gasto en hospitales y atención sanitaria era de 61 millones. La mayor partida se había destinado a la construcción de viviendas id’urbanitzacions: 215 millones a precio de coste.

Incluso en el capítulo de agricultura, Farré y Oliva cuantificar el coste de la ganadería que también pertenecía al gobierno español. Los animales habían costado 2,2 millones, y en terrenos, cultivos y edificios y explotaciones ganaderas se habían invertido 105.280.000 pesetas. El estudio también calcula el valor del parador de turismo del Sáhara, 218.928.986 pesetas.

Dos modelos de evacuación. En el apartado que cuantifica bienes muebles, los autores ya hacen referencia evacuación del territorio y exponen dos supuestos: «En el supuesto 1 evacua todo el material, y en este caso se facilita peso, volumen y zona de embarque del material. En el supuesto 2 evacuan sólo algunos bienes que por sus características son especialmente rentables y siempre que evacuarlos no implique una grave distorsión en el funcionamiento de los servicios. En este caso se valora el material que se quedará en el territorio. «En la relación de bienes muebles por servicios aparecen, por ejemplo, Radio Sáhara, valorada en 25 millones de pesetas, la delegación de ciegos, con unos bienes que se valoraron en 49.048 pesetas, dos cámaras Polaroid Mini Portrait M 40, por un importe de 75.000 pesetas, o un videocassete Philips, valorado en 65.000 pesetas. En el supuesto de que sólo tuvieran que evacuar a los materiales más costosos y que se dejaran en el territorio los imprescindibles para el normal funcionamiento de los servicios o los de escaso valor, los bienes transportados abandonados en el Sáhara sumarían 94.855.405 pesetas.

Cerrado por evacuación. Habiendo terminado el trabajo de poner precio a la colonia española, los dos economistas catalanes recibieron un segundo encargo: calcular las indemnizaciones a que tendrían derecho los propietarios de negocios cuando tuvieran que abandonar el territorio. El documento es firmado el día 15 de noviembre de 1975, justo el día siguiente que se firmaron los acuerdos de Madrid.

Pero, lógicamente, el trabajo de campo y los cálculos se habían empezado mucho antes. Farré y Oliva explican que enviaron cuestionarios a las empresas, desde las más grandes hasta pequeñas tiendas. Solicitaban información sobre partidas del balance, como los recursos propios, el volumen de ventas y los beneficios, además de las inversiones realizadas en el negocio los últimos años. La información se complementó con los datos que poseía Hacienda.

En la introducción del estudio se deja claro que los economistas ya huelen que el Sáhara acabará en manos marroquíes. «El objeto de este estudio es determinar unos créditos a conceder a las empresas propiedad de europeos [nombre con el que designaban los españoles que vivían en el Sáhara pero que eran originarios de la península, mientras que los saharauis, aunque tuvieran DNI español, eran llamados nativos], Que han tenido que abandonar el territorio, porque en parte puedan reanudar sus negocios en otra provincia española. «

Si el Sáhara Occidental debía ser independiente, no era necesario que las empresas abandonaran el territorio. Por lo tanto, cuando se hizo el informe, durante octubre y los primeros días de noviembre de 1975, ya había muchos rumores en el territorio sobre la cesión a Marruecos. La comisión de estudios especiales propuso dar créditos a un interés del 6% a un plazo de diez años, con un primer año exento del pago de la cuota pero no de los intereses. «Era una manera de indemnizarlos sin tener que pagarlos de golpe», explica Víctor Farré, que recuerda que también propusieron que los créditos se concedieran sin ningún tipo de aval, «porque la mayoría eran gente con el única solvencia de un pequeño negocio o su trabajo «.

Dinero para retomar el negocio. El presupuesto global de créditos a conceder a las empresas propiedad de europeos residentes en el Sáhara ascendía a 803.670.000 pesetas para un total de 325 negocios. La empresa distribuidora de combustible CEPSA cobraría 11 millones de pesetas, mientras que en la parte baja están los bares, con indemnizaciones entre 350.000 pesetas y 500.000. La sala de fiestas Ebano Club debería recibir 3.300.000 pesetas; Insamarta, fábrica de harinas y pescado, percibiría 18.000.000 de pesetas, mientras que el cine de al-Aaiún debería ser resarcido con 7.500.000 pesetas. En total, Farré y Oliva ponen precio al cierre para evacuación de más de 300 empresas, entre las que también había un pescador catalán dedicado a la compra-venta de langostas, que tendría derecho a 4.000.000 de pesetas.

Pero los empresarios llegaron a cobrar estas compensaciones, en forma de cheque o de crédito blando? Rafael de Valdés fue el representante español en la comisión tripartita que negoció la cesión a Marruecos en los acuerdos de Madrid. Y, aunque oficialmente no tenía el cargo de gobernador general del Sahara para que la colonia ya no era española, quedó en el territorio hasta el 28 de febrero de 1976. Luego presidió la comisión liquidadora en Las Palmas, que, de hecho, era la antigua delegación de Hacienda en el Sáhara.

Esta comisión ya había desembolsado 163 millones de pesetas en concepto de indemnización por desarraigo a 3.500 evacuados cuando comenzó a estudiar el pago de compensaciones a comerciantes y empresarios. El organismo era integrado por varios delegados ministeriales. Tenía que hacer estudios sobre los negocios que reunieran las condiciones para percibir indemnizaciones. Estas condiciones eran: que el inmueble en que se encontrara el negocio o industria no se pudiera desmontar, que las materias primas no pudieran ser evacuadas o que se hubieran perdido durante el trayecto, o cualquier otro perjuicio que se pudiera justificar directamente por la descolonización.

El hijo del presidente de esta Comisión, también Rafael de Valdés, confirma que los pagos a los propietarios se hicieron: «Mi padre presidía esta comisión en Las Palmas, que efectivamente pagó indemnizaciones a los comerciantes que vivían en el Sahara, muchos de los cuales rehicieron su vida en Canarias. Si Marruecos pagó una compensación económica en España por la cesión no lo puedo asegurar, pero no me parecería tan extraño «, asegura.

Fosfatos y pesca, clave de bóveda. Aparentemente, el Sáhara Occidental es desierto. Pero tras este territorio siempre se ha escondido una tupida red de intereses históricos, económicos y geostratègics entre España y Marruecos, que explican por qué finalmente la colonia española no obtuvo la independencia. Marruecos quería el control absoluto de los abundantes recursos naturales del desierto, especialmente la fosforita, una roca que contiene pentóxido de fósforo, componente esencial del ácido fosfórico. Este producto es de gran interés para la agricultura, porque es un componente de los fertilizantes. La mina de Bucraa, una de las más grandes del mundo, fue descubierta en territorio saharaui en 1963. Al precio actual, los fosfatos procedentes de esta mina enriquecen las arcas del reino de Marruecos en unos 1.250 millones de euros anuales.

Posiblemente, el hallazgo de esta mina hirió gravemente las aspiraciones de independencia del Sáhara Occidental, aunque tres años antes el gobierno español ya había comenzado el proceso de descolonización.

Por otra parte, la industria pesquera también explica la conjunción de intereses que 35 años después mantienen bloqueada la situación nacional del Sáhara. La costa sahariana es un punto estratégico para Marruecos. De hecho, entre el 70% y el 90% de las capturas marroquíes embarcan en territorio sahariano.

Los incidentes recientes en el Aaiún han vuelto a llevar la actualidad el conflicto. El motivo de estos incidentes es que Rabat desmantelar a la fuerza el campamento de saharauis instalado en las afueras de la ciudad que reclamaban la mejora de sus condiciones económicas. El Frente Polisario y Marruecos han comenzado conversaciones, y el día 13 de diciembre, la UE abordará con Marruecos la situación en el Sáhara Occidental. Mientras tanto, el gobierno español mantiene posiciones ambiguas respecto al territorio que hasta hace poco más de tres décadas era una provincia más.

Gemma Aguilera

Este post es copia del reportaje original publicado en http://www.eltemps.net/web/index.php?option=com_k2&view=item&id=3334:dos-soldats-amb-una-missio-posar-preu-el-sahara&Itemid=220 y traducido automaticamente por Google del Catalan.

Este es el segundo de los tres articulos digitales publicados por la revista EL TEMPS en su numero del 07 de diciembre de 2010 – Número 1382, dentro del reportaje, en exclusiva, relativo al coste que se estimo en los dias finales del Sahara como la ultima provincia española

Traición en el desierto, los saharauis fueron vendidos ???

Traicion al SaharaQuince mil millones (15.000.000.000) serian la razón, el 14 de noviembre de 1975, España abandonó el Sáhara Occidental a manos de Marruecos, Nunca se habló de los papeles de ‘venta’ que EL TIEMPO le ofrece en exclusiva.
Los acuerdos de Madrid del 14 de noviembre de 1975, firmados por España, Marruecos y Mauritania, fueron el capítulo final de la presencia española en el Sáhara y una traición de las promesas hechas a los saharauis de tener un referéndum de autodeterminación, tal como había aconsejado la misión de las Naciones Unidas que visitó el desierto del verano de ese mismo año.

Los españoles habían comenzado colonizando el territorio del Sáhara Occidental los años treinta y aunque montaron la primera guarnición en 1884 – y hay otorgaron el estatus de provincia española, con capital en el Aaiún, en 1957, un año después de dar la independencia al Rif. Las minas de fosfatos de Bucraa, que han acabado convirtiéndose en la principal riqueza del Sáhara Occidental-o de sus ocupantes-fueron descubiertas en 1947, aunque el potencial de estos yacimientos-sus grandes dimensiones (1.700 millones de toneladas) – no fue bien descrito hasta un estudio del gobierno español en 1962.

En 1960 la ONU emprende una política favorable a la descolonización, con la declaración sobre la concesión de la independencia a los países y pueblos coloniales. En 1961 crea el llamado Comité de Descolonización, que presiona a los estados a dejar sus colonias y, en concreto, se esfuerza para que España prepare la autodeterminación del Sáhara Occidental.

Durante más de una década convivieron al gobierno español dos sensibilidades diferentes respecto a la solución del Sáhara. Según explica el periodista que dirigía Radio Sáhara en 1974, Pablo-Ignacio de Dalmases, «el criterio del Ministerio de Asuntos Exteriores, responsable de la presencia de España ONU, era respetar la famosa declaración de descolonización por la independencia de los pueblos coloniales y, por tanto, favorable a seguir el criterio de las Naciones Unidas y proceder a la descolonización «. Pero el criterio de la presidencia del gobierno español, de la que dependía directamente el Sáhara y las otras provincias africanas, bajo el mando de Carrero Blanco, «era la continuidad indefinida de la presencia española». Tras el asesinato de Carrero Blanco, en diciembre de 1973, «el gobierno se decantó más claramente-según Dalmases-por la descolonización y envió un nuevo equipo de gobierno en el Sáhara, encabezado por Federico Gómez de Salazar como gobernador general «. Tenía la misión de preparar los saharianos para un referéndum de autodeterminación y, previsiblemente, para la independencia, porque el gobierno español prefería esta opción que no la anexión a Marruecos o Mauritania. La cesión a Marruecos era, especialmente, mal vista por el dictador Franco, y por eso parecía muy improbable cuando, en la primavera de 1975, una misión especial de la ONU visitó el Sáhara Occidental. Constituida por el embajador de las Naciones Unidas Simeon Ake (Costa de Marfil), la cubana Marta Jiménez Martínez il’iranià Manouches Pisva, la misión visitó el territorio durante ocho días, además de viajar a Madrid, Nuakchot y Rabat para a entrevistarse con representantes de los estados implicados, y en Argelia para captar las reivindicaciones del Frente Polisario.

En Madrid, según el informe de esta misión, los representantes de la ONU se reunieron con el ministro de Asuntos Exteriores, Pedro Cortina Mauri, con el de Presidencia, Antonio Carro, y con el presidente Arias Navarro. «En todas estas reuniones-dice el documento-, el presidente y los ministros discutieron con franqueza con la misión la política de su gobierno respecto a la descolonización del territorio. Pusieron de relieve el deseo del Ejecutivo español, por un lado, de aplicar las decisiones de las Naciones Unidas, y de otra, de retirarse del territorio completamente y lo antes posible. »

Pese a estas declaraciones de intenciones, medio año después llegaron los acuerdos de Madrid con Marruecos y Mauritania, acuerdos tenían «anexos económicos secretos». Uno de los anexos no secreto pero sí económico era que los españoles podrían quedarse el 60% de los fosfatos de la mina de Bucraa. Los otros siguen siendo secretos. Nadie los relaciona con los documentos que presentamos en el siguiente reportaje, un protocolo de venta que pone precio al Sáhara Occidental, pero nadie hasta ahora no había mencionado la existencia de estos documentos, que sus redactores-simples reclutas con estudios de ciencias económicas acabados-presentan a EL TIEMPO.

En el cambio de orientación de las decisiones del gobierno español respecto al Sáhara se sabe que había un poderoso lobby pro-marroquí en el gobierno español, que, según algunos autores, era encabezado por el ministro del Ejército, Francisco Coloma Gallegos, que había sido coronel de la legión en el Sáhara durante dos años.

Con el dictador gravemente enfermo, los hechos se precipitan a finales de octubre. El 22 de octubre el ministro Solís Ruiz visita Rabat, en nombre del gobierno español. El día 23, el hermano del rey Hassan II, Muley Abdalá, declara a la Agencia EFE que España y Marruecos están «condenados a entenderse» en la cuestión del Sáhara y anuncia que ha ofrecido al gobierno de Franco el 60% de los fosfatos de Bucraa y la posibilidad de mantener bases militares en territorio del Sáhara para poder defender las Canarias. Al mismo tiempo amenaza que la Marcha Verde-una marcha de civiles marroquíes hacia el Sahara Occidental para reclamar lo que consideran su-es «imparable» y se hará «en las fechas previstas».

El 2 de noviembre, el príncipe Juan Carlos, en funciones de jefe de estado a consecuencia de la agonía de Franco, visita las tropas españolas en el Aaiún y, según diversas fuentes, les promete que «España no hará ningún paso atrás , cumplirá todos sus compromisos, respetará el derecho de los saharauis a ser libres «.

El 6 de noviembre unos 300.000 marroquíes-según las fuentes de ese estado-comenzaron esta caminata que pretendía poner fin a la ocupación efectiva del territorio por parte de España e impedir ningún proceso de autodeterminación. La Marcha Verde había sido preparada a conciencia e incluso consultada con Washington, que había dado el visto bueno, a través de Henry Kissinger, el mes de agosto, según Tomás Bárbula a La historia prohibida del Sáhara español (Destino, 2002). Es difícil de creer que los servicios de espionaje españoles no conocieron las intenciones de Marruecos.

El 14 de noviembre de 1975 se firman los acuerdos de Madrid, comienza la evacuación urgente de los civiles y los últimos militares españoles se van definitivamente el 28 de febrero de 1976. Traición consumada.

Las Naciones Unidas han dictado varias resoluciones, estos últimos 35 años, insistiendo en la necesidad de que se lleve a cabo el referéndum de autodeterminación en el Sáhara-aunque también han retrasado la fecha alguna vez.

Actualmente, el Sáhara Occidental es uno de los dieciséis territorios no autónomos en el mundo que la ONU reconoce que deben ser descolonizados. 35 años después de traicionar el Sáhara, el desierto sigue ocupado.

Àlex Milian

Este post es copia del reportaje original publicado en http://www.eltemps.net/web/index.php?option=com_k2&view=item&id=3338:traicio-al-desert&Itemid=220 y traducido automaticamente por Google del Catalan.

Este es el tercero de los tres articulos digitales publicados por la revista EL TEMPS en su numero del 07 de diciembre de 2010 – Número 1382, dentro del reportaje, en exclusiva, relativo al coste que se estimo en los dias finales del Sahara como la ultima provincia española.

El reportaje original, en papel, del que procede este articulo, se puede visualizar en este enlace: http://www.milisahara.cat/llibres/reportatge/sortidasahara/index.html.

Una fecha para borrar del calendario

El 14 de noviembre deberíamos borrarlo del calendario. Es una fecha que debería avergonzarnos. Ese día, en 1975, se firmaron papeles mojados sobre el Sáhara. El Acuerdo tripartito de Madrid o Acuerdos de Madrid es el nombre simplificado de la Declaración entre España, Marruecos y Mauritania sobre el Sáhara Occidental. Estos documentos se componen de una declaración política y varios anexos secretos. La declaración estipula que España transferirá la administración del Sáhara Occidental (pero no la soberanía) a una administración temporal tripartita con España, Marruecos y Mauritania. Lo cierto es que después, la ONU no ha considerado ni a Marruecos (ni, en su momento, a Mauritania) como potencias administradoras del territorio del Sáhara Occidental, que sigue en la lista de territorios pendientes de descolonización.

Los anexos secretos económicos estipulaban la cesión a Marruecos del 65% de la empresa FosBucraa, que explotaba los ricos yacimientos de fosfatos del Sáhara Occidental, a cambio de que España obtuviese derechos de pesca para 800 barcos durante 20 años. Los de materia de pesca fueron incumplidos por Marruecos. Los Acuerdos de Madrid fueron un paso importante de la dinastía alauí en la consecución de su proyecto de Gran Marruecos. Después de tantos años de abandono y dejación hacia el pueblo saharaui, la fecha del 14 de noviembre debería ser para los ciudadanos sensibles una fecha vergonzosa.

Este post es copia del publicado por , Córdoba el 13 de Noviembre en el diario digital El Pais en el siguiente enlace http://elpais.com/elpais/2012/11/12/opinion/1352744035_275336.html

Palabras de Obama «Nunca estaremos en guerra con Islam» en aniversario 11S

Presidente Obama insta a unirse para recordar el 11 de septiembre

Presidente Obama (White House)En su mensaje de esta semana, el Presidente Obama marcó el undécimo aniversario de los ataques del 11 de septiembre, recordando a las vidas inocentes perdidas y rindiendo homenaje al personal de respuesta a emergencias y a los hombres y mujeres que llevan el uniforme y que han servido y han sacrificado para mantener seguro a nuestro país. Dijo también que las alianzas se han fortalecido en todo el mundo para luchar contra el terrorismo.

A continuación, la traducción del texto del mensaje del presidente como fue publicado por la Casa Blanca. El audio del discurso y un video del discurso están disponibles en línea en www.whitehouse.gov

 Palabras del Presidente Barack Obama, Discurso semanal, La Casa Blanca, 8 de septiembre, 2012

MENSAJE SEMANAL: Uniéndonos para recordar el 11 de septiembre

Esta semana marcamos el undécimo aniversario de los ataques del 11 de septiembre. Es una ocasión para recordar a los 3,000 hombres, mujeres y niños inocentes que perdimos, y a las familias que dejaron atrás. Es una oportunidad de rendir homenaje a la valentía del personal de respuesta a emergencias que arriesgaron sus vidas –en ese día, y en todos los días siguientes. Y es una oportunidad de dar las gracias a nuestros hombres y mujeres uniformados que han servido y han sacrificado, a veces lejos de sus hogares, para mantener seguro a nuestro país.

Este aniversario se trata de ellos. También es una oportunidad para reflexionar sobre lo lejos que hemos llegado como nación en estos últimos once años.

En aquella clara mañana de septiembre, a medida que EE.UU. observó el desplome de las torres, y el fuego en el Pentágono, y el accidente ardiendo en un campo de Pennsylvania, estábamos llenos de preguntas. ¿De dónde provenían los ataques, y cómo respondería EE.UU.? ¿Debilitarían estos fundamentalmente el país que amamos? ¿Cambiarían estos nuestra esencia?

La última década ha sido una difícil pero, juntos, hemos respondido esas preguntas y hemos renacido más fuertes como nación.

Llevamos la lucha a al Qaeda, diezmamos su liderazgo, y los colocamos en un camino a la derrota. Y, gracias a la valentía y las habilidades de nuestro personal de inteligencia y las fuerzas armadas, Osama bin Laden jamás volverá a amenazar a EE.UU.

En lugar de aislarnos del mundo, hemos fortalecido nuestras alianzas al tiempo que hemos mejorado nuestra seguridad aquí en casa. Como estadounidenses, nos negamos a vivir bajo el temor. Actualmente, una nueva torre surge sobre el firmamento de Nueva York. Y nuestro país es más fuerte, está más seguro y es más respetado en el mundo.

En lugar de enemistarnos entre nosotros, hemos resistido la tentación de acceder a la desconfianza y a la sospecha. Siempre he dicho que EE.UU. está en guerra con al Qaeda y sus afiliados, y que nunca estaremos en guerra con Islam ni con ninguna otra religión. Somos los Estados Unidos de América. Nuestra libertad y diversidad nos hace especiales, y estas siempre serán la base de quienes somos como nación.

En lugar de cambiar nuestra naturaleza, los ataques han podido sacar a relucir lo mejor del pueblo americano. Más de 5 millones de miembros de la generación del 9/11 se han puesto el uniforme de EE.UU. durante la última década, y hemos visto un desborde de buena voluntad hacia nuestros militares, nuestros veteranos, y sus familias. Juntos, estos han hecho todo lo que les hemos pedido. Le hemos puesto fin a la guerra en Irak y hemos traído las tropas de vuelta a casa. Le pusimos fin al régimen del Talibán. Hemos capacitado a las fuerzas afganas de seguridad, y hemos forjado una alianza con un nuevo gobierno afgano. Y, para finales de 2014, la transición en Afganistán estará finalizada y nuestra guerra allí tocará a su fin.

Y, por último, en lugar de sucumbir al dolor, hemos honrado la memoria de los que perdimos volcándonos en nuestras comunidades, atendiendo a los que tienen necesidades, y reafirmando los valores que son la base de quienes somos como pueblo. Por eso es que conmemoramos el 11 de septiembre como un día nacional de servicio y recordación. Porque somos una sola familia estadounidense. Y estamos pendientes unos de otros; no solo en los días difíciles, sino todos y cada uno de los días.

Once años más tarde, ese es el legado del 9/11: la capacidad de decir con certeza que ningún adversario ni ningún acto de terrorismo puede cambiar quienes somos. Somos estadounidenses, y protegeremos y preservaremos este país que amamos. En este solemne aniversario, recordemos a los que perdimos, reafirmemos los valores que ellos representaban, y continuemos yendo adelante como una nación y un pueblo

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Este post es copia del publicado en: http://iipdigital.usembassy.gov/st/spanish/texttrans/2012/09/20120910135709.html#axzz264zWQTWe

Las negritas en el texto son añadidas para destacar la voluntad y certeza de que el pueblo americano respeta TODAS las religiones, y que por tanto los musulmanes del mundo no deben temer a este pueblo.

El imperio desierto

El imperio desierto (Sgarit. Biblioteca del desierto)Os presentamos una excelente novela que ademas nos sirve para conocer las claves de una injusticia todavia no resuelta contra el pueblo saharaui.
El imperio desierto, de Ramón Mayrata, y editado por Calamar Ediciones, esta disponible en Amazon por solo 3,5 € y tambien en librerias.
Año de publicación: 2008
Encuadernación: Tapa Blanda
Número de páginas: 392 páginas
Dimensiones: 16 x 23 cm
ISBN: 9788496235274
Lengua (idioma):Castellano

Reseña del libro

Un joven antropólogo recibe el encargo de escribir la historia de un territorio lejano y exótico, del que existe escasa información, pues se encuentra velado por la ley de secretos oficiales. Sucede en los últimos años de la dominación colonial española del Sáhara. Cuando los saharauis se percatan de que se juegan su destino, abren las viejas maletas de piel y los cofres de plata donde guardan el legado de las tribus del desierto y ponen en manos del antropólogo manuscritos antiquísimos e ignorados, para que puedan ser presentados en el Tribunal de la Haya en defensa de su derecho a la independencia.

Son muchos los que consideran esta obra la novela clave sobre el fallido proceso de descolonización del Sáhara, la descomposición del mundo colonial y la epopeya del pueblo saharaui. Su tema es tan vasto como un sueño incumplido, como la memoria colectiva de un pueblo. A través de la mirada del protagonista, fascinado por el desierto y la enigmática cultura de sus moradores, Mayrata explora lo que pudo ver con sus propios ojos como testigo privilegiado en aquellos días de tensión extrema. Asistimos a la irrupción en los mapas de un pueblo ignorado, el inicio del movimiento de liberación y del Frente Polisario, los titubeos de la descolonización, la “Marcha Verde”, la traición, el éxodo, el comienzo de una guerra brutal, que aún no ha concluido. La memoria de un tiempo en el que saharauis y españoles combatieron juntos por un futuro en libertad.

Por el desierto, que desafía a la realidad, la novela persigue la estela de tantos hombres y mujeres zarandeados por el destino, las huellas casi borradas de su devenir trashumante, los íntimos secretos de sus conciencias desconcertadas.

Incluye un prólogo escrito especialmente por Ramón Mayrata para esta edición y se completa con el relato Aquel mendigo de la plaza Esbehiheh.

Articulo del propio autor sobre su propia obra:

Escribí EL imperio desierto estimulado por la convicción de que se trataba de un libro que era preciso que fuera escrito. Sin duda aspiraba a acoger en él mi experiencia vivida en un momento trágico de la historia española y, sobre todo saharahui. Pero cuando empuñé la pluma acabé dándome cuenta que no era ese deseo de impulso primordial que me movía a escribir, sino la pretensión de abordar el conflicto entre la humanidad de la política y la humanidad de los hombres. Estoy convencido que aquello que ocurrió en el Sahara, con sus peculiaridades, hace ya muchas lunas, el modo en que los intereses de las grandes potencias y de las pequeñas potencias regionales pisotearon cruelmente las sencillas, tal vez ingenuas, pero legítimas aspiraciones de los habitantes de un territorio a la hora de regir su futuro, es algo que está ocurriendo incesantemente en el mundo. Es uno de los rasgos que definen el mundo en el que vivimos. No sólo sucede con los pequeños países, sino con amplias capas de la población de todos los países, cuyo destino se juega en un marco que les excede. Creo que es un conflicto que en mayor o menor medida afecta a todos los seres humanos y es esa universalidad la que puede otorgar a la novela un significado más allá de la situación histórica que la suscitó.Tardé mucho tiempo en concluir este libro que esconde a sus espaldas al menos cinco versiones hasta adoptar su forma definitiva. Sin duda siendo los mimbres con los que está trenzado de naturaleza autobiográfica necesitaba distancia, la ironía suficiente, en el sentido etimológico del término, para que no se convirtiera en un libro de memorias, un reportaje, ni siquiera una novela histórica. Yo deseaba que fuera una novela sin apellidos. Novela de descubrimiento y pérdida. El protagonista es, un joven antropólogo que recibe el encargo de escribir una historia de un territorio que desconoce. En él no sólo recibirá el impacto candente de otra cultura, sino que afinará sus convicciones y sentimientos ante la existencia. En ese sentido es una novela de incitación a la vida, en el que un muchacho se ve sometido al fuego graneado de múltiples situaciones límite.

A través de los ojos ávidos de ese protagonista intenté captar lo que había visto. A menudo recurrí a los cuadernos de notas que tomé en el territorio, pero sin olvidar que estaba escribiendo una novela, es decir construyendo un mundo ficticio, imaginativo, cuya verosimilitud depende de sí mismo y no de las referencias a aquello que había vivido.

Pretendí evitar un exotismo que me complace en los modernistas y me desagrada en los escritores posteriores. Creo que a ello me ayudaron mi trabajo en la Comisión de Estudios Históricos del Sahara que me obligó a profundizar en la cultura del territorio y, también, el proceso de aculturación que rauda e intensamente transformaba a la sociedad saharahui y que hacía añicos los tópicos acuñados con anterioridad. Pero intenté preservar como oro en paño la fascinación que producen los desiertos, que no es la fascinación precisamente de un paraíso, sino de una naturaleza dura y esencial. La cultura de sus habitantes que ha hecho posible la supervivencia en condiciones tan extremas me hizo apreciar su moderación, su ausencia de consumismo y ese orgullo que se confunde con la libertad, que sin duda han contribuido a que hayan podido sostener una guerra desde hace veinte años, en condiciones de notabilísima inferioridad material y numérica, y aunque no han logrado vencer, tampoco han sido vencidos.

Por último diré que en el libro no abunda el argot ni los modismos locales pero en algunas páginas intenté transfundir al español, como un aroma, la forma de narrar que escuché en los labios del poeta ciego Sidati uld Mamina o leí en el manuscrito del Kitab al badiati (El libro del mamodeo) de Cheij Mohammed el Maaami.

Aunque yo pretendiera escribir una novela más universal que local, más ceñida a las preocupaciones de cualquier hombre que al gusto por el costumbrismo, he de decir que el Sahara ha sido crucial en mi vida y, cuando cierro los ojos, las imágenes que conservo de él en la memoria son las más frescas junto a alguna de la infancia. Y ese es un enigma que aún no me he explicado del todo.
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Obras de R. MayrataEstética de la serpiente (poesía), Una duda de Alicia (poesía), Sin puertas (poesía), Por arte de magia (ensayo), El ojo de la arbitrariedad (ensayo), La sangre del turco (ensayo), Alí Bey el Abasí: un cristiano en la Meca (narrativa), Si me escuchas esta noche (narrativa), El imperio desierto (narrativa), El sillón malva(Narrativa), La vía lactea (teatro)

Sobre el Sahara Occidental

Muchas personas me preguntan sobre el porque de nuestra actividad con los saharauis, muchas personas en España y en todo el mundo desconocen la realidad de este pueblo, quizas este post les ayude a comprendernos.

PD: A los mas interesados les recomiendo este enlace con toda la DOCU OFICIAL al respecto http://www.wshrw.org/indice-documentos/

Mapa del Sahara Occidental con los muros que la diciden

El Sahara Occidental, es un país del norte de África calificado como territorio no autónomo por las Naciones Unidas. Su extensión es de 266.000 kilómetros cuadrados y su población es de unos cientos de miles de personas. El territorio está actualmente dividido por un muro de más de 2.000 kilómetros plagado de millones de minas antipersonales que incluso invade Mauritania. La zona al oeste del muro constituye el territorio ocupado por Marruecos. La potencia ocupante explota las riquezas del territorio (pesca, fosfatos, arena, agricultura de invernadero). Las zonas al este de esa berma forman los territorios liberados por el pueblo saharaui. La población se halla repartida entre ambas zonas, los campamentos de refugiados saharauis en Tinduf (sudoeste de Argelia) y la diáspora en otros países, fundamentalmente Mauritania y España.

El Sahara Occidental es un territorio que limita con Marruecos al norte, con Argelia al este, con Mauritania al sur y al este y con España al oeste.

En 1975 fue invadido por Marruecos y Mauritania al amparo de un acuerdo internacional ilegal concertado por estos dos países con la potencia administradora del territorio, España, para negar al pueblo saharaui su derecho internacionalmente reconocido a la autodeterminación y a la independencia. Tras la retirada de España en 1976, Marruecos y Mauritania formalizaron una partición del territorio. En 1979, Mauritania se retiró del Sahara Occidental. En 1975 el pueblo saharaui, representado por el Frente Polisario, inició una guerra contra la ocupación para defender su derecho a la autodeterminación y a la independencia. En 1991, las Naciones Unidas aprobaron un Plan de Arreglo, acordado por las dos partes del conflicto, Marruecos y el Frente Polisario, para poner fin a la guerra y organizar un referéndum de autodeterminación para elegir entre la independencia o la integración en Marruecos. La monarquía marroquí ha obstaculizado hasta hoy la celebración de dicho referéndum.

Desde el momento de la invasión, el gobierno marroquí ha violado sistemáticamente los derechos humanos del pueblo saharaui en todos los planos. Civil y políticamente, no sólo ha negado el derecho a la autodeterminación y a la independencia del pueblo saharaui, sino que ha llevado a cabo una política de genocidio, desapariciones, torturas y encarcelamiento de todos aquellos que han defendido ese derecho. Económicamente, el gobierno marroquí ha realizado una política de saqueo de los recursos del territorio y de búsqueda de complicidades de inversores externos para asentar colonos que alteren la composición demográfica del territorio e impidan la autodeterminación e independencia del mismo. Culturalmente, el gobierno marroquí se ha dedicado a destruir las huellas de la historia saharaui anterior a la ocupación marroquí.

Luto de 7 dias por la muerte de Mahfud Ali Beiba, Presidente del Parlamento Saharaui.

Mahfud nos dijo en una ocasión que los saharauis sólo hacen homenaje a sus gentes cuando mueren. Ojalá no hubiéramos tenido que hacerte hoy este homenaje, hasta siempre Mahfud

La Presidencia de la república declara duelo nacional por siete días por la trágica muerte del Presidente del Parlamento Saharaui

Shahid El Hafed Buyema, 03 de julio de 2010.

Comunicado del Secretariado Nacional del Polisario

Buró del Secretariado Nacional.

A raíz de un ataque de corazón falleció en la mañana del viernes, 02 de julio 2010, en su vivienda, ubicada en la Escuela Nacional de 27 de febrero el Sr. Mahfud Ali Beiba, miembro del Secretariado Nacional y presidente del Consejo Nacional saharaui, Parlamento.

El fallecido nació en 1953 en Saguia El Hamra, era casado y padre de tres hijas.

Mahfud Ali Beiba fue uno de los principales líderes fundadores del Frente Polisario y fue miembro de su Comité Ejecutivo, y ocupó tras la muerte de Luali el cargo de Secretario General del Frente Polisario. [NOTA: Luali Mustafa Seyed cayó en combate el 9 de Junio de 1976. Mahfud ocupó el cargo hasta el el 30 de Agosto del mismo año, cuando el Tercer Congreso General de la Organización, eligió al nuevo Secretario General, Mohamed Abdelaziz].

Mahfud Ali Beiba ocupó varios cargos en el estado saharaui, como primer ministro durante varios gobiernos, ocupó la presidencia del Parlamento Nacional saharaui durante varios años y en su última legislatura hasta su fallecimiento. [NOTA: Mahfud, fue Primer ministro de la RASD desde 1982 a 1985 y desde 1995 a 1999. Fue Presidente del Parlamento Nacional Saharaui desde 2003 y hasta su fallecimiento; y desde 1997, venia encabezando la delegación Saharaui en las negociaciones con la parte Marroquí en el marco de las Naciones Unidas].

Desde 1997, ha estado presidiendo la delegación saharaui en las negociaciones patrocinadas por las Naciones Unidas entre las partes en el conflicto del Sáhara Occidental, el Frente Polisario y Marruecos.

Fue un destacado patriota de lealtad y dedicación al servicio de su pueblo y su causa nacional, conocido por su compromiso, sabiduría y ecuanimidad.

A raíz de la triste noticia el Buró del Secretariado Nacional se reunió y declaró duelo nacional por una semana, que comienza el sábado 3 de julio de 2010, y se ha constituido una comisión nacional para seguir el funeral y el entierro. La comisión se compone de los siguientes miembros:

MHamed Jadad, miembro del Secretariado Nacional; Mohamed Lamin Ahmed, miembro del Secretariado Nacional; Embarak Hdeib, vicepresidente del Consejo Nacional saharaui; Hammada Salma, Ministro de Justicia y Asuntos Religiosos; Sidi Ahmed Tayeb, Ministro de Salud Pública; Mohamed El Luali, director de la protección de las instituciones nacionales; Brahim Beil-la, fiscal de la republica; Brahim Mojtar, representante saharaui en Suecia; Habibulah Mohamed Cori, Director de Protocolo.

Se ha decidido realizar los funerales el domingo 4 de julio 2010

Mohamed Sidi Brahim Basir, desaparecio hace 40 años en El Aaiún ..

Hoy jueves 17 de junio se cumplen 40 años de la desaparición del padre del independentismo saharaui, Mohamed Sidi Brahim Basir, conocido por todos como Bassiri. Por eso, ha sido elegido como el Día Internacional de los Desaparecidos Saharauis y en muchas ciudades se conmemora con actos de protesta.

Mohamed Sidi Brahim Basir nació en torno al año 1942 en Tan Tan (hoy sur de Marruecos, pero entonces perteneciente a la colonia española de Cabo Juby). Miembro de una familia saharaui tradicional, cuando tenía 15 años se va al extranjero a estudiar, primero al recién independizado Marruecos y luego a El Cairo (Egipto) y Damasco (Siria), donde se licencia en Periodismo.

A su regreso, en el año 1966, funda en Marruecos un periódico nacionalista saharaui llamado Al-Shihab (La Antorcha), que se convierte rápidamente en órgano de expresión pública del anhelo de los saharauis de tener su propio estado, una nación libre del yugo español, pero también distinta del Reino de Marruecos.

En uno de sus artículos en Al-Shihab, Basiri escribe: «El Sahara nunca ha sido marroquí, el reino de Marruecos no podrá justificar que el Sahara haya formado parte del citado reino alauita. A lo largo de la Historia, Marruecos nunca envió ningún gobernador marroquí al Sahara Occidental, ni tampoco los saharauis han rendido pleitesía a ningún monarca marroquí y sólo existían lazos de tipo comercial entre los comerciantes saharauis y marroquíes o de religión del Islam, la cual confesan ambos pueblos”.

Artículos como éste provocaron su salida de Marruecos en 1967. Entonces se instala en Smara, la ciudad santa saharaui, como maestro coránico. Sin embargo, las autoridades españolas tampoco podían estar muy contentas con la presencia activa de Bassiri en su territorio, así que lo mandaron directamente al calabozo. Sólo la presión de los notables locales permitió su liberación posterior.

No pasaría mucho tiempo para que Bassiri comenzara a organizar su lucha independentista. En 1968 comienza a organizar su movimiento colonial, denominado Organización Avanzada para la Liberación de Saguia el Hamra y Río de Oro, conocido como Movimiento de Liberación, a secas. Este colectivo se constituye formalmente el 11 de diciembre de 1969.

Los postulados de Bassiri se inspiraban en los de otros movimientos de resistencia pacífica, como el de Gandhi en India o Mandela en Sudáfrica. Por ello, rechazaba firmemente la violencia y consideraba que se podía acceder a la independencia saharaui mediante la acción democrática. Bassiri se basaba en la resolución 1514 de Naciones Unidas, aprobada en noviembre de 1960, por la que instaba a las naciones a favorecer la descolonización de los territorios que aún mantenían el estatus de colonias en el mundo, entre ellos el Sahara Occidental.

El posterior comité especial que desarrollaba dicha resolución solicitó a España en 1966 la realización de un referéndum para que los saharauis pudieran expresar libremente sus aspiraciones y decidir su futuro. Sin embargo, el Gobierno franquista le dio largas al asunto y el referéndum no llegó a celebrarse.

En ese contexto, las autoridades españolas tampoco aceptaron el movimiento recién creado por Bassiri, lo que hizo que permaneciera en la clandestinidad. Sin embargo, no dejaba de ganar adeptos. Fundado por apenas 25 personas, en seis meses ya contaba con 4.700 afiliados.

EL 17 DE JUNIO, EN ZEMLA

Y así llegamos hasta el 17 de junio de 1970. Ante las fuertes presiones internacionales que recaían sobre el Gobierno español para que permitiera a los saharauis decidir su futuro, el ejecutivo presidido por el almirante Carrero Blanco decide hacer una exhibición de fuerza y de propaganda ante el mundo mediante la organización de una actividad política en El Aaiún. De hecho, Madrid trasladó hasta su provincia a periodistas y observadores extranjeros para que fueran testigos de la fiesta de adhesión a España de los saharauis. La fecha elegida fue el 17 de junio de 1970. Sin embargo, el tiro le salió por la culata.

El cada vez más numeroso grupo de Bassiri organizó una contramanifestación. Frente a la escueta concentración oficial, una multitud de saharauis se manifestó frente a la sede de Gobernación y en una explanada cercana, en el barrio de Zemla, coreando consignas independentistas y gritos patrióticos. Esto desató las iras españolas y, al atardecer, una compañía de la Legión abrió fuego contra la muchedumbre. Las fuentes oficiales hablan de dos muertos y una veintena de heridos, pero la realidad fue otra. Los muertos, en realidad, fueron una treintena.

Esa misma noche se desató una cacería contra los dirigentes del grupo de Bassiri, quien fue detenido y encarcelado. La foto que acompaña este artículo es la última que existe de él. Bassiri, al igual que algunos de sus compañeros, desapareció en las cárceles españolas. Todo el mundo coincide en que fue torturado hasta la muerte en prisión, aunque su cadáver no se encontró nunca.

Aunque en los días siguientes los militantes de la independencia saharaui acusaron el golpe y se dispersaron por los países vecinos, no pasaría mucho tiempo en que se reorganizarían de nuevo, sobre todo en ciudades como Zuerat (Mauritania), Tan Tan e incluso Rabat, donde destacaba un joven estudiante llamado El Uali Mustafá Sayed, quien tomaría el relevo dejado por Basiri al frente del movimiento de liberación, denominado a partir de 1973 Frente Popular de Liberación de Saguia El Hamra y Río de Oro (Frente Polisario).

Sin embargo, todos asumieron como suyo el espíritu de lucha y el compromiso por su pueblo dejado por Bassiri, quien se convirtió para los saharauis en el primer padre de la independencia saharaui, en uno de sus primeros desaparecidos y en un mártir nacional.

Hoy, 40 años después y pese a que ya no son provincia española, los saharauis siguen sin lograr su anhelada independencia, ya que a España la ha sustituido Marruecos como potencia opresora, que ha hecho oídos sordos una y otra vez a las resoluciones de Naciones Unidas para que permita a los saharauis expresar libremente su opinión respecto a su futuro como pueblo.

Además, la represión, los encarcelamientos y las desapariciones de saharauis han proseguido y llegan hasta nuestros días. Por eso, varias asociaciones han decidido celebrar con especial énfasis el Día del Desaparecido Saharaui el próximo 17 de junio, en el aniversario del primer levantamiento popular saharaui organizado políticamente contra el colonialismo español.

Este post es copia del publicado por JOSÉ NARANJO en
Las Palmas de Gran Canaria el 15/06/2010 en http://www.guinguinbali.com/index.php?lang=es&mod=news&task=view_news&cat=3&id=524

Zahra Ramdám, Asociación de Mujeres Saharauis en España

Bajo el título de: “Hay una gran diferencia entre la posición del gobierno y el gran movimiento de solidaridad con el pueblo saharaui en la sociedad española”, la Revista «Letras Libres» acaba de publicar la siguiente entrevista en su apartado de Otras Voces:
Zahra Ramdán es la Presidenta de la Asociación de Mujeres Saharauis en España, entidad que difunde, mediante la voz de sus mujeres, la causa del pueblo saharaui, cuyo país, Sahara Occidental, está siendo ocupado ilegalmente –según el derecho internacional– por Marruecos desde 1975.
Aunque ningún país del mundo reconoce la soberanía del país ocupante sobre el territorio saharaui, la ocupación permanece sin que Naciones Unidas tome medidas concretas.
Os adjuntamos aqui esta entrevista que realizo  Feliciano Tisera para la revista «Letras Libres».

Aunque ningún país del mundo reconoce la soberanía del país ocupante sobre el territorio saharaui, la ocupación permanece sin que Naciones Unidas tome medidas concretas.

¿Cuanto hace que esta aquí en España?

Yo estoy aquí hace 15 años, tengo dos hijas, ellas nacieron en los campamentos de refugiados saharauis. Son ya mayores, una ya está casada y la otra está terminando su carrera. Decidí instalarme en España por que mis hijas estaban estudiando aquí, y por cuestiones de salud.

¿Usted vivió toda la vida allí en los campamentos?

No, yo nací en Al Aiún, la capital del Sahara Occidental, en 1960. Por eso hablo perfectamente el castellano, porque lo primero que aprendí en la escuela era el castellano, en mi país. El Sahara Occidental era la provincia cincuenta y tres del estado español, y hasta 1975 fue una colonia española. Pero desgraciadamente, España nos defraudó, porque en vez de entregar el territorio a sus dueños, que son los saharauis, lo entregó por cuestiones económicas, y por cuestiones geopolíticas del mundo en esa época de la Guerra Fría… España firmó un acuerdo tripartito con dos países que invadieron y ocuparon por la fuerza mi país. Mauritania se retiró después de dos años de ocupación y de guerra, y Marruecos sigue ocupando ilegalmente nuestro país, y por eso luchamos contra esta ocupación ilegal.

¿Usted tenía la nacionalidad española antes de 1975, entonces?

Sí, los saharauis teníamos DNI. Yo era menor de edad cuando España salió del territorio. Hace unos años pude recuperar la nacionalidad española porque mi padre era funcionario de la administración española en el Sahara Occidental, y como tenía DNI español y teníamos libro de familia, pude recuperarla como hija de español.

¿En este momento los saharauis son apátridas o tienen nacionalidad marroquí?

Desgraciadamente, los que viven en la zona ocupada, como está administrada por Marruecos, tienen nacionalidad marroquí. Otros saharauis, como los refugiados, que viven en Argelia, tienen pasaporte argelino, pero no tienen nacionalidad, solamente pasaporte como título de viaje, como refugiados en Argelia. Todas las familias saharauis estamos divididas en este tema. En mi familia, por ejemplo, siendo hermanos de padre y madre, unos tenemos pasaportes argelinos, otros marroquíes, otros mauritanos y otros españoles. Imagínese.

¿Por qué ha creado la Asociación de Mujeres Saharauis en España?

Tenemos como principal función la difusión de la causa del pueblo saharaui a través del mensaje y la voz de sus mujeres, sobre todo porque las mujeres saharauis hemos podido romper con los estereotipos que hay en el mundo occidental acerca de las mujeres musulmanas y árabes. Las saharauis somos culturalmente diferentes a las mujeres de otros países y pueblos musulmanes y árabes, porque en la idiosincrasia de la sociedad saharaui la mujer ha sido siempre muy respetada, tanto es así que yo a mi edad –ya tengo cincuenta años– nunca he oído de un hombre que haya asesinado a una mujer. Esta lacra social que se vive aquí en España, nosotros no la tenemos. Tenemos un grave problema que es la ocupación por la fuerza de las armas de un país vecino como es Marruecos en nuestro país. Por eso, tras llegar a España fundé esta ONG, que agrupa a todas las mujeres del Sahara Occidental –tanto las provenientes de las zonas ocupadas, como de los campamentos de refugiados– que residen en toda la geografía española. La asociación la fundé yo pero ellas me apoyan, porque fui elegida en los diferentes congresos de la Unión Nacional de Mujeres Saharauis, de la que también soy miembro de la ejecutiva.

¿Cuál es el país al que principalmente se dirigen los saharauis que se van de los territorios ocupados?

Principalmente España, por los lazos históricos y por la cercanía.

¿Cómo es la acogida de los españoles a los saharauis?

Usted habrá notado la gran diferencia que hay entre la posición del gobierno y el gran movimiento de solidaridad con el pueblo saharaui en la sociedad española. Tan es así que hay más de 200 asociaciones de amistad con el pueblo saharaui, tanto a nivel local como regional, autonómico y estatal. La Coordinadora Estatal de Asociaciones Solidarias con el Pueblo Saharaui es la que organiza todas las campañas. Ahora hay una gran campaña de condena a la represión que ha desatado el régimen marroquí contra los activistas de derechos humanos. Son muchas las campañas; por ejemplo, «Vacaciones en Paz» es otra campaña en la que ayudamos a la coordinadora estatal para traer a los niños refugiados y que sean acogidos durante el verano por familias españolas. El movimiento de solidaridad es grandísimo, porque los españoles y españolas se sienten muy dolidos por lo que ha hecho España con el pueblo saharaui.

¿Esta solidaridad, qué beneficios le reporta al pueblo saharaui?

Los más necesitados ahora son los que están refugiados, que viven en tiendas de campaña, y gracias a la solidaridad internacional se ha podido luchar contra muchas enfermedades, llevar a cabo una enseñanza gratuita y una campaña de alfabetización brindada principalmente por mujeres y hombres saharauis para luchar contra el analfabetismo que heredamos. Después de más de cien años de colonialismo, pocas mujeres sabían leer y escribir: ahora la mayoría de nuestras mujeres ya saben, o sea que hemos podido, gracias a la solidaridad, que por lo menos la gente que está en los campamentos de refugiados pueda tener mejores condiciones de vida.

¿Han sido recibidos los representantes saharauis por el gobierno español?

Sí, el presidente Zapatero recibió en la sede central del PSOE al presidente saharaui, Mohamed Abdelaziz, cuando estuvo aquí hace dos o tres años en una conferencia internacional de solidaridad, no como presidente sino como secretario general de un movimiento de liberación reconocido internacionalmente como representante del pueblo saharaui [Abdelaziz es secretario general del Frente Polisario y el presidente en el exilio de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD)]. Pero eso no ha significado ningún avance: desgraciadamente, la mano larga de Marruecos es muy fuerte, el lobby pro marroquí es muy fuerte aquí en España. Nuestro estado es miembro de la Unión Africana, somos reconocidos por más de 80 países, pero ninguno de la Unión Europea.

También hay iniciativas desde el mundo de la cultura, como el Festival de Cine del Sahara…

El festival de cine Fisahara es otra manifestación más que tiene el mundo intelectual y el mundo de la gente que se preocupa por otras cosas más allá que lo que les atañe directamente a ellos. Hace poco, la Unión de Actores entregó un premio a la célebre activista de derechos humanos Aminatu Haidar, y esto es reflejo de la gran solidaridad que hay en el mundo de la cultura.

¿Cuál es la posición que tiene Naciones Unidas a este respecto?

En la Asamblea General de Naciones Unidas, en la Comisión de Descolonización (Cuarta Comisión), se discute anualmente el tema del Sahara Occidental, ya que está inscrito como una cuestión de descolonización. Naciones Unidas apoya totalmente el legítimo derecho a la autodeterminación del pueblo del Sahara Occidental como ex colonia. Mientras el pueblo saharaui no ejerza su legítimo derecho a la autodeterminación a través de un referéndum, este problema seguirá latente.

¿Cómo es la situación actual en la que están viviendo?

Bastante preocupante. A principios de abril, el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki Moon, presentó al Consejo de Seguridad el informe de su representante especial en este tema, el diplomático estadounidense Christopher Ross, donde pide que se prorrogue un año más el Mandato de las Naciones Unidas para el Referéndum del Sahara Occidental (MINURSO). Y desgraciadamente estamos preocupados: el informe nos ha parecido muy tímido frente a la prolongada ocupación ilegal por Marruecos, y sobre todo porque no dijo nada sobre los derechos humanos, ahora que las autoridades de ocupación marroquíes están utilizando un nuevo método de represión contra los activistas de derechos humanos: utilizar a hordas de colonos marroquíes para agredirlos. En las ciudades ocupadas del Sahara Occidental se siguen violando los derechos humanos diariamente.

¿Cuándo ustedes se encuentran aquí con inmigrantes marroquíes, que opinan ellos de la situación generalmente?

Desgraciadamente, el pueblo marroquí está muy confuso, pues tiene una idea muy equivocada de lo que es el Sahara y de lo que es el problema de ocupación ilegal, por eso tenemos que explicarle que el Sahara nunca ha sido marroquí, que Marruecos lo ha invadido, que lo ocupa por la fuerza de las armas y que ellos mismo sufren las consecuencias de los dirigentes de su país cuando arriesgan sus vidas en el Atlántico y en el Mediterráneo porque no han podido vivir dignamente en su país. Porque el gobierno marroquí gasta su presupuesto nacional en la política de ocupación del Sahara mientras su pueblo esta sumido en la miseria y la ignorancia.

¿Cuáles son los principales intereses que tiene Marruecos en quedarse con el territorio del Sahara Occidental?

Sus riquezas naturales. Tiene uno de los bancos de pesca más ricos del mundo, casi 1.300 kilómetros de costa atlántica, muchos minerales como el fosfato, uranio y petróleo. Es un país potencialmente más rico que muchos países de la región.

¿Y por qué Marruecos tiene más interés que Argelia, Mauritania o España?

Porque Marruecos siempre ha soñado con el Gran Marruecos y siempre soñó que el Sahara le ha pertenecido. Pero eso ha sido categóricamente desmentido, tan es así que fueron hasta la instancia más alta a nivel internacional en lo jurídico, que es el Tribunal Internacional de Justicia de La Haya, y en su opinión del 15 de octubre de 1975, este tribunal rechaza categóricamente las pretensiones de Marruecos sobre el Sahara Occidental, diciendo que nunca ha sido parte del Reino de Marruecos.

Fuentes:

http://mujeresaharauis.blogspot.com/2010/04/entrevista-presidenta-de-amse.html

http://www.letraslibres.com/blog/blogs/index.php?title=zahra_ramdan_activista_saharaui&more=1&c=1&tb=1&pb=1&blog=16

Reencuentro con la Historia, viaje de militares al Sahara

El 28 de febrero de 1976, a las 11 de la mañana, se celebró la última arriada de la bandera española en la sede del Gobierno General del Sáhara, en el Aaiun. A continuación, Marruecos izó la suya, anexionándose, junto con Mauritania, un territorio que había sido provincia española y que lamentablemente fue entregado a Hassan II sin producirse el proceso de descolonización prometido, y en el que las tropas marroquíes entraron a sangre y fuego.

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Trayecto viaje

Pero la noche anterior los saharauis ya habían proclamado en el desierto, en Bir Lehlú, la Republica Árabe Saharaui Democrática (RASD), con la prensa internacional como testigo. Hoy, el pueblo saharaui sigue la lucha por su independencia, de forma pacífica pero constante e irrenunciable, a la espera de que se cumpla la legalidad internacional y se celebre el referéndum de autodeterminación.

Sin embargo, cada vez es mayor el número de refugiados, en especial entre las jóvenes generaciones nacidas fuera de su tierra pero que mantienen su referente histórico y lingüístico y sus vínculos de hermandad con España siempre vivos, que presionan a la dirección del POLISARIO para volver a la guerra, forzados por el estancamiento de la situación, como ha reconocido el primer ministro de la RASD, Abdelkader Taleb Omar.

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Campamento de refugiados saharauis

Ahora, 33 años después de que los jefes, oficiales, suboficiales y soldados españoles que sirvieron en el Sáhara regresaran a la península con un fuerte sentimiento de frustración, es la ocasión de celebrar un reencuentro con el pueblo saharaui, y en especial con los hombres que, con la misma nacionalidad española y bajo la misma bandera, compartieron un destino común de lealtad y servicio en las Tropas Nómadas y en la Policía Territorial. Compañeros de antaño que siguen obligados a vivir en el desierto argelino, mientras que otra parte de la población sufre en el Sáhara Occidental la ocupación y la represión marroquí.

Con este motivo se ha organizado el VIAJE DE MILITARES AL SÁHARA, para todos aquellos militares españoles (y familiares y amigos…) que deseen viajar a los campos de refugiados donde vive una parte de los saharauis, del 7 al 12 de octubre próximo y participar en un auténtico REENCUENTRO CON LA HISTORIA, vivida en primera persona.

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Ocupación y Muro

Conoceremos como un pueblo hermano, sigue teniendo el español como segunda lengua, que tuvo que huir de su país por el desierto mientras era salvajemente bombardeado por la aviación marroquí, ha desarrollado sus estructuras políticas y civiles, con un Gobierno democrático y ejemplar que ha llevado a la RASD a ser reconocida por 82 países. La estancia se iniciará en el barrio “27 de Febrero”, alojados en las “jaimas” de las familias saharauis, donde disfrutaremos de su hospitalidad, y viajaremos a los territorios liberados para encontrarnos con el Ejército Saharaui y con antiguos integrantes de las Tropas Nómadas y de la Policía Territorial.

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El ultimo gobernador español en funciones del Sáhara, el teniente coronel Valdés, afirmó en una pretendida reunión de la ya inexistente Yemaa celebrada en el Aaiun, y ante el desconcierto de los funcionaros de Rabat, que él estaba allí para despedirse de los saharauis y que “donde esté un español siempre habrá un amigo del Sáhara”. Esa razón indeleble de la amistad y del honor militar, será la bandera de este reencuentro con la historia hispano-saharaui.

PROGRAMA – FECHAS: Del 7 al 12 de octubre

Estancia dividida en dos partes, una en el “27 de Febrero” y otra en los territorios liberados.

- Durante la primera se alternarían charlas para conocer la realidad saharaui con visitas institucionales.

  • Charlas:
    • “La huida por el desierto y la construcción de los campamentos” .
    • “La guerra y el alto el fuego en la lucha de la RASD por la independencia”.
    • “El papel de las mujeres saharauis”.
  • Visitas:
    • Televisión saharaui
    • Hospital Central y Hospital de Heridos de Guerra
    • Museo de la Guerra.
    • Smara, con estancia en las dunas al atardecer.

- La segunda parte del viaje en los territorios liberados.

  • Viaje a través del desierto a las zonas liberadas de Tifariti, visitando el Muro de la Vergüenza que divide al Sáhara, y las cuevas de Mheiriz, donde se encuentran los conocidos grabados rupestres.
  • Jornada de hermandad con el Ejército y con antiguos miembros de las Tropas Nómadas y de la Policía Territorial.
  • Encuentro con el presidente de la RASD, con el Primer Ministro y con el Ministro de Defensa.

El precio del billete, traslados y hospedaje rondará los 650 €uros.

Para pre-inscribirte, manda un correo electrónico a ceas-sahara@ceas-sahara.es indicándonos tus datos personales y teléfono de contacto.

Foto (1) extraída de http://www.hermandadtropasnomadas.com