Entrevista a Mohamed Abdelaziz, Presidente de la RASD y Secretario General del Frente Polisario, para Andoni Lubaki, de GARA, donde analiza el nuevo panorama político internacional y la situación del Sahara Occidental.
Hace ya 21 años que el Frente Polisario firmó un acuerdo de alto el fuego con Marruecos, auspiciado por la ONU, con la promesa de celebrar un referéndum en menos de 6 meses desde su firma. ¿Qué balance hace de estos años de alto el fuego?
Han sido 21 años muy largos. Un tiempo muy duro, sin lugar a dudas. A veces esta etapa era esperanzadora porque se notaban avances y otras veces era desesperanzadora al ver la política represiva que seguía y sigue ejerciendo el Gobierno marroquí contra la resistencia pacífica del pueblo saharaui. Técnicamente son 21 años de guerra. Son 21 años de resistencia del pueblo saharaui, ya sea en las zonas ocupadas o en los campamentos de refugiados.
En estos 21 años ha habido etapas de acercamiento y de alejamiento respecto a Marruecos. ¿En qué situación se encuen- tran las conversaciones con Marruecos para la consecución del referéndum y de la paz?
Actualmente las conversaciones están paradas debido a la posición intransigente de Marruecos, que decidió abandonar cualquier trato con el enviado especial de la ONU para la resolución del conflicto. Es un duro golpe de Marruecos, no solo a los saharauis sino también a la ONU. Un duro golpe a los esfuerzos de consecución de la paz. El Gobierno de Rabat, desde hace un mes, ha tomado una decisión muy peligrosa. Ha abandonado la colaboración y el trato con el enviado especial de la MINURSO. Ante tal caso de intransigencia, la credibilidad de las Naciones Unidas y, especialmente, del Consejo de Seguridad está en juego. Tienen ante sí una prueba muy importante que superar; o defienden la legalidad internacional -las resoluciones de la ONU- y sus mecanismos para conseguir que se apliquen los acuerdos firmados o se rinden ante la política de intransigencia de Marruecos.
Muchos analistas internacionales consideran la instalación del campamento Gdeim Izik en el Sahara Occidental como el verdadero inicio de la «Primavera Árabe». ¿Cómo cree que afecta al pueblo saharaui -al Frente Polisario- la Primavera Árabe?
El Polisario también considera el inicio de la `Primavera Árabe’ el establecimiento del campamento de protesta Gdeim Izik. Tras un mes de pacíficas protestas el campamento fue desmantelado con muchísima violencia, incluso utilizando medios aéreos. En ningún caso el Consejo de Seguridad de Naciones recriminó a Marruecos la prohibición de la libre entrada de periodistas a la zona. Pase lo que pase con la `Primavera Árabe’ no tendrá ningún efecto en la determinación del pueblo saharaui en su lucha por conseguir el derecho a la autodeterminación. ¡Si tiene que haber otro Gdeim Izik lo habrá! Nosotros ya estamos teniendo muchas primaveras árabes.
Dentro del contexto de las primaveras árabes, en Marruecos se han celebrado unas elecciones y también ha habido algunas reformas, incluso de la Constitución. ¿Cuál es la opinión del Polisario acerca de estos cambios?
Se ha hablado de que ha habido una revisión de la Constitución marroquí. Esa revisión llevó a la celebración de unas elecciones que han puesto en el Gobierno a un partido islamista. En lo que se refiere a nuestra situación, de momento, no hemos observado ningún cambio en la postura del Ejecutivo alauí con respecto al anterior Gobierno. Ninguna en absoluto. Ni un pequeño cambio en lo que se refiere a la celebración del referéndum, ni en el tema de las negociaciones, ni en el de los derechos humanos, ni en el caso del robo de los recursos naturales que sufre nuestro país…
En el ámbito general no ha habido ningún cambio, ha sido un lavado de cara ante la opinión pública internacional, ante el mundo que miraba cómo se desarrollaba la `Primavera Árabe’. No ha cambiado nada, Marruecos no es una democracia verdadera. ¡Ni siquiera respeta los derechos humanos!
Han tenido lugar también elecciones presidenciales y legislativas en el Estado francés y ha habido un cambio de Gobierno. Histórico aliado de Marruecos, es uno de los miembros con derecho a veto en el Consejo de Seguridad de la ONU. Siempre que hay una votación referente al Sahara Occidental, el aliado geopolítico de Marruecos la veta. ¿Confía en que con el nuevo Gobierno cambie algo en la situación del Sahara Occidental?
Francia, lamentablemente, ha apoyado desde el comienzo del conflicto del Sahara Occidental a su aliado, el reino de Marruecos. Es una posición injusta, ya que ni permite que los derechos humanos en los territorios ocupados por el Ejército alauí sean supervisados por la ONU ni deja que el conflicto pueda tomar visos de resolución. Esta postura de los franceses lleva a que haya muchas tensiones en esa región de África del Norte y provoca el empeoramiento de los problemas en lugar de su mejoría.
Creo que ha llegado el momento de que el Gobierno francés opte por otro camino en lo referente al conflicto del Sahara Occidental, y también en lo que respecta al norte de África. El nuevo Ejecutivo deberá tomar decisiones en favor de la resolución de problemas latentes que hay en esta zona. Creemos que tomando decisiones que permitan resolver los conflictos en el Magreb la situación, incluso para París, será mucho mejor. Con el camino que ha seguido hasta ahora, de vetos, de mirar para otro lado, de dejar que Marruecos haga lo que quiera en la zona… no podrán conseguir nada fructífero ni siquiera a corto plazo.
No podemos hablar todavía de la posición que tomará el Gobierno francés respecto al conflicto que nos concierne, es demasiado pronto, pero nos gus- taría que corrigiera los errores que ha cometido hasta ahora. Deberían respetar las resoluciones de la ONU y cumplir con la legalidad internacional.
En los años de alto el fuego entre el Frente Polisario y Marruecos se ha mantenido el saqueo de los recursos naturales del Sahara Occidental, la vulneración de los derechos humanos en el territorio ocupado… El Frente Polisario no ha descartado nunca volver a la guerra. A la vista de la actual situación y de los frutos de estos 21 años de alto el fuego, ¿qué debería pasar para que el Frente Polisario retome la vía armada? ¿Se ha puesto algún plazo en este sentido?
Efectivamente, la situación que vivimos no es nada fácil. La población, tanto en los campamentos de refugiados como en la zona liberada, está pidiendo que volvamos a la guerra. Esa vía sigue estando en nuestra agenda, nunca la descartamos, y podemos volver en cualquier momento. Las Naciones Unidas reconocen nuestro derecho a retomar las armas para defender nuestra tierra de la invasión extranjera, en este caso de Marruecos. Por esa parte, sería una guerra legítima tanto moralmente como legalmente.
Las últimas acciones de Marruecos de bloquear una vez más las negociaciones para la realización del referéndum de autodeterminación, nos ha abierto de nuevo la posibilidad devolver a las armas. Rabat ha asumido un camino muy peligroso, ha hecho que el factor de un eventual regreso a la guerra sea más claro que nunca. Hoy en día es un camino que estamos estudiando de forma detenida.